martes, 31 de julio de 2012

LA ENCRUCIJADA DE CAJAMARCA ANTE EL FIN DEL ESTADO DE EMERGENCIA

Celendín continá tomada por Policía Nacional

                                    La población persiste en la protesta pese al Estado de Emergencia

                                                               Policías patrullan la plaza de aramas de Celedín



Ante el próximo final del Estado de Emergencia.
El 3 de agosto finaliza el periodo decretado por el presidente Humala de Emergencia Constitucional, en varias provincias de la región de Cajamarca, involucradas en el Paro Cívico contra el proyecto minero  Conga.
Ollanta Humala deberá tomar una decisión inmediata al respecto: suspender o prolongar el Estado de Emergencia (suspensión de derechos constitucionales  de expresión, reunión,  manifestación etc.), en un momento político surcado de fuertes tensiones y acontecimientos.
1.   La población cajamarquina espera el final del periodo de excepción constitucional para reiniciar sus movilizaciones. La muerte de cinco habitantes, a manos de la policía nacional, en las localidades de Celendín y Bambamarca, lejos de sofocar la protesta popular ha crispado todavía más los ánimos de una población indignada y enlutada y a la que se han aplicado operativos policiales nítidamente antiterroristas.
2.   Las sucesivas declaraciones del padre y hermanas del presidente Humala, colocándose a favor de la protesta popular contra Conga, han provocado un nuevo descenso en la popularidad del dignatario, ya muy mermada en tan solo un año de gobierno. La ruptura de su compromiso electoral  de paralización del proyecto y la consiguiente movilización popular, primero en Cajamarca y luego en el resto del país, en generado ya dos crisis de gobierno en tan solo 12 meses.
3.   Los gravísimos sucesos de Celendín y Bambamarca, con la muerte en julio de 5 personas y decenas de heridos por bala, llevaron al presidente a solicitar una misión de mediación, a la jerarquía católica peruana.  El obispo de Trujillo, Miguel Cabrejos  y el sacerdote Gastón Garatea se desplazaron el 18 de julio a la zona de Las Lagunas de Conga, en el ejercicio de su compromiso.  Esta  gestión promovida por el presidente no le reportó los resultados que esperaba.  Más bien ha venido a reforzar los argumentos de la oposición popular y medioambiental. Los clérigos, tras desplazarse hasta las lagunas, realizaron declaraciones públicas en las que afirmaban: * Que los cajamarquinos, movilizados masivamente, en ningún caso estaban siendo manipulados por intereses ajenos. * Que la población enfrentada al gobierno central no actuó violentamente y sus movilizaciones siempre fueron pacíficas.  * Que los líderes del movimiento tienen razón cuando argumentan sobre los graves riesgos de contaminación del agua que comporta la puesta en marcha del proyecto Conga. * Que es falsa la afirmación realizada por directivos de “Newmont-Yanacocha” sobre la grave contaminación natural que afectaría ya a las aguas de las  lagunas. En su visita a la Laguna Azul, los sacerdotes recibieron, de manos de algunos de los miles de habitantes que les acompañaron, dos kilogramos de truchas, pescadas in situ ante sus propios ojos.          
 
                      
4.   La negativa pública de Newmont a cumplir con los condicionantes mínimos ambientales, formulados por Humala para dar visto bueno al proyecto, han puesto de nuevo en evidencia la autoridad e independencia presidencial frente a las todopoderosas compañías trasnacionales.
5.   El reciente discurso presidencial, con ocasión de la conmemoración del Día de la Independencia del Perú, no ha aportado ningún compromiso de apertura de un diálogo para la resolución del conflicto, más allá de declaraciones genéricas sobre el compromiso del mandatario con la defensa del agua.



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